Recuerda que sus días en el barrio de su infancia
se la pasaba en la calle, fumando o
tomando. Todos los días eran iguales. Creía que gozaba de toda una libertad,
según Facundo Toconás. Pero algo le faltaba sentido; hasta que pidió ayuda. “Si
no hubiese sido por la fundación yo no hubiera tenido ninguna presión y motivación para seguir”, dice.
“Cuando era chico, me acuerdo, me levantaba de
la cama porque tenía que hacerlo, no más”, cuenta “Facu”, tal como se lo
conoce en la Fundación Anpuy, donde fue recibido desde niño y sigue
siendo acompañado a través del Programa de Becas Universitarias. Aquí empezó la transformación de su
historia.
Si bien todavía “la sigue remando”, resalta
que con la fundación encontró el motivo de levantarse todos los días. Anpuy “me
apoya y me centra”, asegura.
“Cuando vos sos un chico del barrio, el
entorno te condiciona, donde siguen juntándose en la esquina, fumando y tomando.
Tus amigos hacen esas cosas y uno piensa que todos también lo hacen”, cuenta.
Facu hoy tiene 25 años, nació en Salta y se
crió en la zona norte de la ciudad de Salta, donde se concentran varios barrios
de muy escasos recursos. La provincia es una de las pobres del país, con casi
40% de su población bajo la línea de pobreza, según los últimos datos del Instituto
Nacional de Estadísticas y Censo (Indec).
Esta realidad socioeconómica no es nueva en la
región. Y Facu puede dar testimonio de esta situación que viven cientos de
miles de chicos en Salta.
“Cuando era niño –se acuerda- dormíamos en una
piecita con mis hermanos, pero en ese momento todo estaba bien, no te dabas
cuenta de otras realidades”.
Su mamá trabajada de empleada doméstica. “Nos crio
casi sola por muchos años, hacía lo que podía para mantenernos. Y cuando ella salía
a trabajar en otras casas, no podía ver si estábamos en la calle”, relata.
Alrededor de sus 14 años, su mamá empezó a
preocuparse por el camino que estaba tomando su hijo y pidió ayuda al papá de
Facu, su expareja, quien había formado otra familia y vivía en otro barrio. Le
pidió que lo llevara a vivir con él.
“Al principio no quería irme, porque yo pensaba
que iba a perder toda esa libertad, porque no iba a salir con los amigos del
barrio, a tomar y a fumar, y volver cuando quería. Pero en ese momento no
estaba bien lo que quería. En ese entorno creés que te la sabés toda, pero no
es así”.
En casa de su padre, la realidad económica no
era muy distinta. Convivía con nueve hermanos, las necesidades aún eran muchas
y pidió ayuda. En Anpuy encontró la ayuda que esperaba y pudo proyectarse en lo
que le gustaría ser.
“Pude ver otras realidades, encontré cosas que
me gustaban, la natación por ejemplo. Empecé a vivir otra etapa y a soñar”,
cuenta Facu, que así logró terminar el secundario y luego encarar una carrera
universitaria.
Facundo estudia para ser contador público y
está próximo a recibirse. “Me gustaba la matemática y tenía afinidad con el
manejo de la plata, porque de chiquito tenía que manejar mi propia economía”. Por
eso, asegura que eligió esta carrera, con la que sueña en algún momento tener
su propia empresa de logística, tras iniciar su emprendimiento de fletes y mudanzas. Con
una camioneta que compró con su ahorros, empezó a hacer entregas de materiales de
construcción en el corralón donde trabajaba.
“Igual no es fácil –subraya-, porque aún estoy
en la carrera. Pero todo es parte del aprendizaje”. Dice que logró su
superación mental pero económicamente aun está “en la lucha”.
No obstante agradece a Anpuy por su apoyo constante
y en especial en esos momentos que flaqueó “En la pandemia, por ejemplo, si no fuera
por la fundación, no sé si hubiera seguido la carrera. Porque estaba solo”,
recuerda. Aquí, Facu halló la estimulación que necesitaba para avanzar y proyectar
un mejor futuro. “Había amor en esa motivación”, señala.
Como Facu, son más de 250 los chicos que hoy
la Fundación Anpuy acompaña en su crecimiento educativo, procurando que sea de
calidad. Así van transformando sus historias, sabiendo que hay quienes los
apoyan y confían en ellos.
Vos también podés ayudarlos. Sumate e ingresá
a al link https://donaronline.org/fundacion-anpuy/sumate-como-amigoanpuy--3 y transformá las historias de vidas de más
chicos que hoy viven en situación de pobreza.